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Terapia exclusiva en España

Terapia tópica de oxigeno para la cicatrización de heridas crónicas, úlcera por neuropatia diabética, úlcera venosa, ulcera arterial, heridas de origen traumático, heridas quirúrgicas, heridas pre e post injerto.

Las úlceras crónicas son frecuentes y constituyen un problema de salud, con un efecto significativo sobre la calidad de vida.

Las heridas crónicas, con frecuencia van asociadas con la enfermedad de la diabetes, arterial o venosa. Hay una gran variedad de estrategias terapéuticas para las heridas crónicas y refleja las diversas enfermedades que pueden causar deterioro tisular, incluido el suministro deficiente de sangre, lo que provoca una oxigenación inadecuada del lecho de la herida.

El tratamiento con oxígeno mejora el suministro de oxígeno a las heridas y por consiguiente mejora el proceso de curación. En el mercado actual existen la oxigenación hiperbárica (TOHB) con múltiples efectos secundarios y muy restrictivo en su utilización. La terapia tópica de oxígeno no es invasiva, es portátil y usa accesorios reutilizables, suministra oxigeno húmedo a presión en el lecho de la herida.

Los estudios muestran que la terapia tópica de oxígeno a presión permite que los niveles de oxígeno penetren 2 milímetros dentro del lecho de la herida y estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, permitiendo la síntesis y maduración de colágeno.

La administración de oxígeno a alta concentración dentro de una cámara hiperbárica o cámaras zonales de oxigenación en un paciente que presenta una herida de mala evolución, junto a los métodos de cura húmeda adecuados, favorece su cicatrización.

Existen estudios en Cochrane Wounds Group, y ensayos aleatorios, resulta que la administración de oxígeno en heridas mejora las posibilidades de cicatrización de las úlceras de pie relacionadas con la diabetes y puede reducir el número de amputaciones mayores en los pacientes con diabetes que presentan úlceras crónicas del pie. Además, este método de administración de oxígeno en heridas pueden reducir el tamaño de las úlceras causadas por insuficiencia venosa de las piernas, consiguiendo en un 80% de los casos su curación total y habiendo un número inferior de recidivas.

Las heridas crónicas se producen por varias causas como la circulación inadecuada producida por enfermedad vascular periférica o éstasis venosa, o ambas, o por un incremento en la presión sobre algunas áreas afectadas. Además, los fibroblastos en los pacientes con diabetes o insuficiencia venosa demuestra una disminución en su capacidad de proliferar y cambios asociados al envejecimiento celular. En estas heridas faltan factores de crecimiento que son fundamentales en la estimulación de la migración celular, la proliferación y la formación de la matriz extracelular.

Como regla general, en una úlcera el flujo sanguíneo es insuficiente, debido a la hipertensión venosa, insuficiencia arterial u otros mecanismos (oclusión capilar o apertura de cortocircuitos arterio-venosos). Generalmente si se mejora la circulación (neoangiogénesis) se mejora la curación de las heridas. La angiogénesis es un proceso complejo que involucra la proliferación de las células endoteliales, penetración de la membrana basal, desarrollo de nuevos brotes capilares, formación de la luz de los capilares y al final maduración del nuevo lecho capilar.

El oxígeno desempeña el papel central en los mecanismos de reparación de las lesiones, ya que la presión parcial del oxígeno baja en los tejidos es la que suele provocar el fracaso de la cicatrización. Suministrar oxígeno a las lesiones crónicas puede acelerar la cicatrización que normalmente es muy lenta y se dilata en el tiempo, así como prevenir las complicaciones del proceso (infecciones, retrocesos, etc.). Esto se puede comprobar midiendo la presión parcial de oxígeno (tpO2) en los tejidos.

La presión de oxígeno en los tejidos depende de la perfusión, y por eso se reduce la vasoconstricción, la cual depende a la vez de la disminución del volumen circulatorio, el dolor, el tabaquismo, el frío, etc. La vasoconstricción de puede controlar con calor, reposición de líquidos, medicamentos. La presión de oxígeno en las heridas depende de la presión de oxígeno en sangre arterial y de la distancia que recorre el oxígeno para atravesar y para llegar a las células que lo necesitan. El tejido necrótico, edema, pus, etc., es un obstáculo en este recorrido. Por lo que el desbridamiento, control de la infección y la oxigenoterapia son muy necesarios para superar estos obstáculos.

Desde los años 70 se conoce el papel del oxioxígeno en el proceso cicatrizal y hay numerosos estudios y clínicos que demuestran que con la terapia tópica de oxigeno:

  • Aumenta la distancia de difusión del O2 de los capilares por arriba de 1.000 mmHg
  • Aumenta la presión de oxígeno en sangre
  • Aumenta la presión de oxígeno en el tejido hipóxico e infectado por arriba de 30-40 mmHg

La terapia tópica de oxígeno promueve la cicatrización de las heridas aumentando la angiogénesis, la actividad de los fibroblastos y la síntesis del colágeno.

Una gran ventaja de la terapia tópica de oxígeno es la defensa antimicrobiana del huésped:

Aumenta la actividad fagocitaria de los leucocitos

Las heridas isquémicas se infectan con facilidad. Los leucocitos secretan radicales libres proporcionalmente a la presión de oxígeno. Las especies reactivas de oxígeno están inyectadas en los fagosomas, donde matan las bacterias, oxidando las membranas. En los pacientes graves con hipoxia celular este mecanismo de defensa está suprimido. El aumento de la presión de oxígeno resulta muy favorable para el control de la infección.

Inhibe el crecimiento de las bacterias anaerobias

La hiperoxia y la administración tópica de oxígeno aumentan la tensión de oxígeno tisular hasta niveles que inhiben el crecimiento de microorganismos, esto ocurre directamente sobre los organismos anaerobios, que no poseen los sistemas antioxidantes contra los radicales libres. La terapia tópica de oxígeno es un agente antimicrobiano único y las dosis usadas clínicamente son bacteriostáticas. Al mismo tiempo, aumentando la presión de oxígeno en los tejidos hipóxicos, los neutrófilos recuperan su capacidad bactericida.
El crecimiento de algunos microbios en favorecido en hiperoxia, pero inhibido por la terapia tópica de oxígeno, Etcherichia Coli que crece más al 100% de oxigeno normobárco, pero su crecimiento se inhibe con oxígeno puro a 2 ATA (Atmosferas absolutas), la terapia tópica de oxigeno con presiones que superen 1,5 ATA es bacteriostático para E.Coli, Pseudomona Aeruginosa.
La terapia tópica de oxigeno influye sobre la infección mejorando la reparación de los tejidos y aumentando la regeneración de los mismos.

Potenciador de algunos antibióticos

(aminoglucósidos: gentamicina, neomicina, etc.)

En general, las heridas crónicas son más hipóxicas que las agudas, la mayoría se presentan en los miembros inferiores y se asocian a insuficiencia arterial o venosa, se pone en duda en diversos estudios la hipoxia de las úlceras venosas pero la aparición de nuevo de las úlceras en la misma área, demuestra que el terreno subyacente sufre déficit de capilares. Si la causa de esta hipoxia puede ser corregida, las heridas cierran. Los efectos favorables de la oxigenoterapia en la curación del las úlceras crónicas son: modificación del metabolismo del tejido, aumento de la expresión de los genes de los factores de crecimiento, promoción de la angiogénesis, control de la infección y aumento de la producción de colágeno.

La terapia tópica de oxígeno permite evitar las amputaciones mayores en los pacientes con enfermedad vascular periférica, diabetes y otras enfermedades que producen isquemia. Existen estudios que documentaron que la terapia tópica de oxígeno en heridas es útil en la salvación de los miembros inferiores isquémicos.

La terapia tópica de oxígeno incluida en el tratamiento multidisciplinario aumenta la capacidad funcional del paciente y disminuye el costo social. El tiempo de hospitalización se acorta y la conservación del miembro permite la rehabilitación del paciente y su incorporación al trabajo.