Introducción
Comenzamos este artículo explicando la definición de dicha patología, la celulitis infecciosa.
La celulitis es una infección cutánea bacteriana común y potencialmente seria. La piel afectada tiene un aspecto inflamado y rojo, y suele ser dolorosa y caliente al tacto. (1)
Por lo general, la celulitis afecta la piel en la parte inferior de las piernas, pero puede presentarse en el rostro, los brazos y otras zonas. Esta enfermedad sucede cuando entran bacterias en la piel a través de una fisura o rotura.
La celulitis infecciosa nada tiene que ver con la famosa “piel de naranja”, la primera es una infección a la piel causada normalmente por bacterias tipo estafilococo y estreptococo. La enfermedad se inicia cuando alguna de éstas traspasa las barreras naturales de la piel y al ingresar a la capa intermedia, llamada dermis, genera daño en el tejido.
Habitualmente estas bacterias viven junto a nosotros en la piel, pero al generarse una disrupción en las barreras de la piel, como un rasmillón, mordedura o picadura de insecto, herida operatoria, entre otros, ellas aprovechan la situación y se “alimentan” del tejido circundante con el daño secundario que esto conlleva.
La infección puede expandirse con rapidez y es crucial tratarla a tiempo, por lo que es necesaria la evaluación de un profesional, ya que, de no ser diagnosticada y tratada a tiempo, puede desencadenar una infección diseminada, con invasión incluso de las bacterias en la sangre y tener un resultado fatal. Por lo general, no se contagia entre personas.
Se debe mencionar que los pacientes inmunodeprimidos pueden presentar infecciones infrecuentes como micosis o por micobacterias, y que los pacientes neutropénicos presentan con mayor frecuencia infecciones por bacilos gram negativos y que deben ser evaluados en forma diferencial. (6)
Diagnóstico
El diagnóstico de celulitis está basado en la historia clínica y el examen físico. (7)
Se debe indagar por las actividades físicas, el trauma, contacto con el agua, animales, insectos o mordeduras de humanos.
Exámenes auxiliares: Hemograma, PCR: el hemograma puede acompañarse de leucocitosis con desviación izquierda, aunque no es imprescindible para el diagnóstico, Proteína C Reactiva (PCR) por encima de 7 mg/dl o Velocidad de sedimentación globular (VSG) elevada.
El diagnóstico etiológico puede conseguirse en un 25% de los casos de celulitis, con el cultivo de aspirado del lugar de la inflamación, la biopsia cutánea y los hemocultivos.
El hemocultivo es de gran utilidad para establecer el diagnostico microbiológico, aunque es positivo en menor del 5% de pacientes.
Cultivo del exudado si es posible, punción aspiración en el centro de la lesión cuando es fluctuante. No está indicado de rutina.
Los estudios radiológicos son innecesarios en la mayor parte de los casos, sin embargo la radiografía ósea y la tomografía axial computarizada pueden aportar datos importantes ante la sospecha de osteomielitis, abscesos, fascitis necrotizante, cuerpos extraños, o en celulitis odontógena en la cual un estudio 6 radiológico panorámico de la zona afectada es de gran ayuda para el diagnóstico.
El ultrasonido de tejidos blandos puede detectar la acumulación de pus subcutáneo en una celulitis complicada y puede ser útil para su drenaje por medio de la aspiración guiada por aguja.
Es importante conocer los signos y síntomas de esta patología para aplicar el tratamiento lo más rápido posible, son los siguientes:(2)
- Área roja en la piel que tiende a expandirse
- Hinchazón
- Sensibilidad
- Dolor
- Sensación de calor
- Fiebre
- Manchas rojas
- Ampollas
- Piel de naranja
Existen varios factores que aumentan el riesgo de tener celulitis:(3)
- Lesiones: Cualquier corte, fractura, quemadura o raspadura es un punto de entrada para las bacterias.
- Sistema inmunitario debilitado: Las enfermedades que debilitan el sistema inmunitario, como la diabetes, la leucemia y el VIH/SIDA, hacen que sea más susceptible a las infecciones. Ciertos medicamentos también pueden debilitar el sistema inmunitario.
- Enfermedades de la piel: Algunas enfermedades como eccema, pie de atleta y herpes pueden causar grietas en la piel, que representan un punto de entrada para las bacterias.
- Hinchazón crónica de los brazos o las piernas (linfedema). Estos trastornos a veces aparecen después de una cirugía.
- Antecedentes de celulitis: Haber tenido celulitis anteriormente hace que una persona sea propensa a volver a tenerla.
- Obesidad: El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer celulitis.
Complicaciones que podemos encontrar en algunos casos de celulitis infecciosa:(4)
- Los episodios recurrentes de celulitis pueden dañar el sistema de drenaje linfático y provocar la hinchazón crónica de la extremidad afectada.
- En muy pocas ocasiones, la infección puede expandirse a la capa profunda del tejido que se denomina revestimiento de la fascia. La fascitis necrotizante es un ejemplo de una infección de la capa profunda. Es una emergencia extrema.
Prevención: medidas que se pueden tomar para evitar su aparición, sobretodo en pacientes con predisposición. (5)
- Lavar la herida todos los días con agua y jabón, suavemente como parte de tu baño normal.
- Aplica una crema o un ungüento protector.
- Observa si hay signos de infección. El enrojecimiento, el dolor y las secreciones indican una posible infección y la necesidad de realizar una evaluación médica.
- Las personas con diabetes y aquellas que tienen una mala circulación tienen que tomar precauciones adicionales para prevenir una lesión en la piel. Las buenas medidas para el cuidado de la piel incluyen las siguientes:
- Examina tus pies diariamente. Controla tus pies periódicamente para detectar signos de lesiones a fin de poder abordar la infección a tiempo.
- Humecta tu piel con frecuencia. Lubricar la piel ayuda a prevenir el agrietamiento y la descamación. Evitar aplicar crema entre los dedos.
- Córtate las uñas de las manos y los pies cuidadosamente.
Una vez repasado todos los aspectos a saber sobre esta patología, os presentamos un caso clínico de una paciente:
- mujer de 65 años
- diabética de hace más de 20 años
- insulinodependiente desde hace 6 años
- Hipertensa
- Cardiopatía isquémica
- sin antecedentes podológicos graves.
Sin conocer de momento la causa inicial de la celulitis, presenta fiebre, una inflamación generalizada de pie derecho, enrojecimiento, tumefacción y aumento de la temperatura del pie, junto a una coloración más oscura del 2º dedo, donde podemos observar unas petequias de color oscuro.
La paciente acude a urgencias donde le dan dicho diagnóstico, CELULITIS INFECCIOSA, tras hacerle analítica y descartar que no hay rotura de huesos con una radiografía, le pautan antibióticos durante 10 días (Augmentine 875 mg) y Thrombocid para la inflamación del pie.
Viendo que pasaban los días y no mejoraba el aspecto del pie, acude a un especialista vascular, el cual le realiza un exhaustivo estudio sobre la circulación de dicho pie, pues la preocupación era el riego de dicho pie y que esas manchas oscuras en el 2º dedo (flictenas) no derivasen en úlcera. El especialista le confirma que sus pulsos son correctos, por lo que mejora su pronóstico, pues una isquemia en esta zona complicaría el caso.
Tras realizar un eco doppler completo del miembro inferior comprueba que no hay riesgo de trombosis venosa.
Le receta tratamiento para mejorar la circulación (Pentoxifilina 600mg), a la vez que le aconseja realizarse un estudio anual de sus miembros inferiores, y que siga con el tratamiento antibiótico y el Thrombocid hasta completar los 14 días de tratamiento.
Al mismo tiempo que acude a este especialista nos pide consejo para controlar las flictenas del 2º dedo y se le recomienda curas con Aqueacel plata junto con un ácido graso (Mepentol, no en exceso para evitar la humedad), con la intención de que se reabsorba y evitemos la rotura de la piel y por lo tanto la aparición de la úlcera.
En la actualidad la evolución es positiva, disminuyó la inflamación y desaparecieron las manchas oscuras del 2º dedo, y derivan a la paciente a infecciosos para investigar sobre la causa inicial de la celulitis.
Bibliogragia
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- A. Lipsky, J.A. Weigelt, V. Gupta, A. Killian, M.M. Peng. Skin, soft tissue, bone, and joint infections in hospitalized patients: Epidemiology and microbiological, clinical, and economic outcomes. Infect Control Hosp Epidemiol, 28 (2007), pp. 1290-1298.
- J. Zervos, K. Freeman, L. Vo, N. Haque, H. Pokharna, M. Raut,et al. Epidemiology and outcomes of complicated skin and soft tissue infections in hospitalized patients. J Clin Microbiol, 50 (2012), pp. 238-245
- Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición
- Bulechek , G. M., Butcher, H. K., & Dochterman, J. M. (2014). Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC). Barcelona: Elsevier.
- Moorhead, S., Johnson, M., Maas, M., & Swanson, E. (2014). Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC). Barcelona: Elsevier