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26/02/2018 CMUC Admin

Antes de comenzar con las quemaduras de 3º grado haremos un pequeño recordatorio sobre qué son las quemaduras.

Las quemaduras son lesiones de la piel, sus anexos y hasta los músculos y tendones del organismo, dependiendo del grado de la lesión. La mayoría de las quemaduras se producen en el ámbito domiciliario, sobre todo cocina y baño, siendo los niños y los ancianos los grupos de mayor riesgo.

Como explicamos anteriormente, se pueden clasificar en primer grado, segundo grado y tercer grado.

Nos vamos a centrar en las quemaduras de 3º grado, que son aquéllas que dañan o destruyen la capa más profunda de la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella. Podemos ver tejido carbonizado y las terminaciones nerviosas destruidas, por lo que estas quemaduras no duelen.

Causas de las quemaduras de 3º grado

En la mayoría de los casos las quemaduras de tercer grado se deben a:

  • Líquidos muy calientes
  • Contacto con un objeto caliente
  • Fuego
  • Electricidad
  • Sustancias químicas

Síntomas de las quemaduras de 3º grado

Los síntomas pueden ser diferentes en cada persona y pueden tener las siguientes características:

  • Seca con aspecto de cuero
  • Cambia el color a negro, blanco, marrón o amarillo
  • Inflamación
  • No es dolorosa porque se destruyeron las terminaciones nerviosas

Tratamiento de las quemaduras de 3º grado

Pautas de actuación ante una quemadura:

  • Determinar el agente causal y el tiempo de exposición al mismo, y eliminarlo.
  • Calcular la extensión y profundidad de la quemadura.
  • Determinar si existe algún factor agravante como: edad avanzada, traumatismos asociados, patologías previas…
  • Limpiar la superficie de la lesión.
  • Retirar los posibles elementos adheridos.
  • Tratamiento tópico de la lesión.
  • En grandes quemados tratar la descompensación electrolítica.

 

Además de todas las pautas anteriormente dichas debemos realizar lo siguiente:

  • Limpieza suavemente con agua y jabón.
  • Desbridar ampollas.
  • Proteger la quemadura del roce y presión con gasa antiadherente. No usar apósitos que dejen fibra.
  • Antibioterapia profiláctica y analgesia
  • Rehidratar
  • Calmar y prevenir las complicaciones infecciosas y respiratorias (internas y compresivas)
  • Incisiones para evitar el síndrome compartimental
  • Injertos
  • Equivalentes cutáneos.
  • Ozonoterapia, la cual puede favorecer una mejor circulación y cicatrización de la herida
  • Curas en ambiente húmedo.

 

Consideraciones del tratamiento de las quemaduras:

  • Disminuir el riesgo de infección.
  • Controlar el exudado de la lesión.
  • Evitar cambios de apósito innecesarios (traumáticos y dolorosos).
  • No dar de beber a un quemado (hidratación con coloides)