Qué son las ventosas terapéuticas
Las ventosas son un antiguo método terapéutico que se emplea en las Medicinas Tradicionales desde hace más de 3.000 años. Egipcios, griegos, sumerios, persas y romanos dejaron constancia escrita de su uso y de sus múltiples beneficios tanto físicos como psíquicos.
La terapia de ventosas tiene en China una larga historia que se remonta a más de 2.000 años, en Europa y América empezaron a utilizarlas a principios del siglo XIX y desde entonces se confirma clínicamente lo que mostraba la observación en la práctica; su aplicación aporta numerosos beneficios para la salud.
Los mecanismos de acción de las ventosas inciden principalmente en la dermis, de modo que modifican los intercambios nutricionales de sus células y las de los tejidos subyacentes (sustancia fundamental: fibrocitos, istiocitos, iastocitos y adipositos), provocando una acción local y a distancia de orden reflejo. La iodificación de esta respuesta orgánica dependerá de la fuerza de succión, el tiempo de permanencia y las zonas corporales de aplicación. Es una forma de extraer energías que se tornan nocivas para el organismo.
La aplicación de ventosas provoca:
- Efecto revulsivo (inflamación externa para paliar un problema interno)
- Efecto relajante muscular, analgésico, hiperemia local, elimina factores patógenos externos, sobretodo frío y humedad
- Activa la circulación de la sangre y la linfa, estimula el metabolismo, regulan el sistema nervioso, aumenta las defensas y mejoran los tendones.
Al igual que la acupuntura, las ventosas tratan todo tipo de enfermedades crónicas o nerviosas (depresión, insomnio), dolores, problemas musculares, tendinosos u óseos.